Era esa seguridad que hacía crecer en mi la que me hacía sentir tan a gusto, sus besos, sus caricias, sus abrazos, sus bromas, sus tonterías... si, todo eso es inolvidable, es único, es inigualable, pero más allá de eso, tenia la capacidad de hacerme sentir protegida, de decirme al oído aun cuando estaba a kilómetros de mi que no pasaba nada, que todo había acabado, que ahora ya no había problemas, que ya nada malo podía ocurrir, incluso en el momento en que el mayor de mis temores llegaba a acecharme, él aparecía y lograba espantar el peligro, era como un sexto sentido, y entonces todo estaba solucionado. Es una pena que sea el momento de empezar a protegerme a mi misma.
joo .. me encanta!
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