viernes, 9 de noviembre de 2012

Es eso.

Es eso, que necesito estar borracha para mandarle un sms o llamarle, para perder ese maldito miedo que me ha calado los huesos, ese miedo a perderle, a que sepa que le quiero tanto que pueda llegar a hacerme daño sin querer, es ese miedo que me provoca la seguridad que proporciona su mirada, que cuando el me coje de la mano nada pueda afectarme. Es simplemente eso, que no sé como decirle lo que les digo a los demás de él cuando vienen a convencerme para echar un polvo esa noche o incluso para intentar enamorarme, eso de que no puedo porque mi corazón solo late con él, que es más que mi novio es algo así como mi segundo yo, esa parte indispensable, joder, el amor de mi vida, la persona con la que quiero compartirla o no tenerla, y es eso... que no puedo, que se me esconden las palabras, se me cierran las miradas y se me cortan los pensamientos cuando lo tengo delante, y entonces pienso ¿De què? ¿De qué me sirve quererle como ya nadie quiere a nadie? ¿De qué me sirve  el quererle como nadie le ha querido si no puedo mostrarselo, si sabiendo todo de las palabras no soy capaz a juntarlas para decírselo? En fín... que es eso.