
Y aquí estoy otra noche mas recordándote, no puedo evitar pensar en nuestras conversaciones, no puedo dejar de ver tus fotos, me resulta imposible no escribir tu nombre sin parar en una hoja de papel, cinco letras una y otra vez, acabo y vuelvo a empezar, con diferentes formas, con diferentes sentimientos: angustia, añoranza, cariño, alegría, desilusión... me es imposible parar, lo siento, siento que a pesar de todo, el tiempo no haya podido hacerme cambiar, que todos mis textos o reflexiones tengan un poquito de ti, date cuenta que en este instante mi vida se basa en superar nuestra historia, aunque odie reconocerlo, eso no es mas que una muestra de que en todos mis actos apareces, ¿Cómo no voy a escribirte? si es la mejor manera de sacarte y decirte que te vayas, que vueles como las palabras, lo siento pero no puedo evitarlo. Cursi, arrastrada, pedante, lo sé y a mi misma me digo que son cosas que debo cambiar pero de todos modos no es una idea tan descabellada corregirlos escribiendo, pues es la mejor manera de que no descubras el significado.
¿Y si te digo que me pasa lo mismo? Sí, yo también lo siento.
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