Recuerdos.

A veces me pregunto si estos recuerdos me hacen bien o mal, son parte de épocas inolvidables de mi vida, mágicas, especiales, diferentes... No todos son buenos, pero en su conjunto me hacen pensar en esos dias en los que ni la mayor catástrofe mundial podía borrarme la sonrisa, y es entonces cuando echo de menos, extraño, añoro, como diría un portugués o un brasileño "saudades", esa sensación tan angustiante, contra la que no se puede hacer nada, la que te deprime tan rápidamente y te hace volver a empezar la carrera del olvido. No se si son buenos o malos, no se si existe una fórmula magica que se los lleve de mi cabeza, es más, no se si esa amnesia total sería buena, porque en cierto modo los recuerdos son los ladrillos de nuestra vida. Solo sé, que son tremendamente fuertes, que una persona puede luchar años para olvidar, para pasar página, contra viento y marea, a contracorriente, y en un solo seguundo, una voz, una melodía, una imágen, cualquier pequeño detalle instantáneo hace que vuelvas a caer. Es inevitable que cualquier tiempo anterior nos resulte mejor.