Hoy escuchaba a Jesse y Joy y no he podido quitarles la razón: esto es lo que soy, un segundo en esta vida puede cambiar tu rumbo, y lo ha hecho. Un instante, un pestañeo, una mirada rápida al inicio del tuenti, un flash que me ha iluminado y me ha hecho entender de pronto la verdad absoluta, esa revelación que le faltó a los pensadores helénicos para afirmar que ellos conocían la certeza universal.
Entonces, embriagada por ese positivo espíritu liberador, mi reproductor de música que funcionaba en modo aleatorio se detuvo por algún tipo de voluntad divina, por alguna fuerza terrestre o extraterrestre oculta en Fanny Lu, y esa pegadiza canción, que parecía querer decirme algo, y que se pegó a mis labios para no dejar de repetir: quiero que tu sepas que tu no eres para mi, que tu no eres para mi. Y no pude evitar reírme, era una felicidad instantánea, regalada, inesperada y bienvenida.
Pero no acababa ahí porque entonces algo debió entender que tenía que quererme un poco , recoger mi autoestima y calzarmela de nuevo para que luciese mejor que ninguna, y en ese momento apareció ella, Gloria Gaynor y su insuperable I will survive. Yo no no paraba de bailar en la habitación como una loca, mientras la recogía por primera vez de buena gana. Entonces agotada me tire encima de mi cama, más cómoda que nunca, y observé por la ventana como me saludaba el sol con unos rayos enérgicos que me gritaban: "¡llega la primavera, levantate ya, que llevas todo el invierno dormida!". Menos mal, lo echaba de menos, creí que nunca volvería. Le di la mano y entendí que era una señal para ponerme mis mejores galas, o bueno, mis galas mas cómodas y salir a bailar. Todo esto eran las instrucciones para borrar de mi disco duro todas esas canciones pastelosas, romaticonas, tristes o emotivas; eliminar nuestras fotos decoradas con frases ridículas, y desearte de todo corazón lo mejor en la vida; de mirarme al espejo y darme cuenta que el amor existe, pero que no duele, que el amor mas grande debía ser el que sentía por mi misma.