¿Cómo vas a entenderme si ni si quiera yo me entiendo?
No sé lo que quiero y a ti te llamo niñato por no hacerlo tampoco; no sé si te quiero, pero no dejo de reprocharte que juegas conmigo por no haber resuelto aún la misma duda; siento celos locos de toda aquella que se acerca a tus labios aunque sea para olerlos y sin embargo no soy capaz de decirte que eres solo mio.