lunes, 20 de agosto de 2012

Firenze 2009

De repente encuentras una foto entre todos los recuerdos, una imagen que lo hace todo aún más nostálgico si cabe. Es perfecta aunque el brillo no sea el adecuado y la calidad de la cámara...bueno de la calidad mejor ni hablar, pero las personas que salen en ellas en esa posición más cómica que bonita son las que tenían que estar, en el lugar que tenían que estar y en el preciso instante en el que tenían que estar, por eso es perfecta. Entonces comienzas a preguntarte porque no pudiste quedarte congelada en ese retrato con tu felicidad italiana de la que ahora solo queda una sombra escondida tras los colores de esa fotografía, que lejos de ser una sola imagen te trae a la cabeza miles y miles de instantáneas tomadas con los ojos, en fin... supongo que será porque es mucho más mágico volver a sorprenderte después de años con recuerdos que siguen tan nítidos como el día que se crearon.

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